Ciberataques

Ataques DDoS: qué son, cómo funcionan y cómo protegerte

nico@preyhq.com
Nico
Jun 27, 2025
0 minutos de lectura
Ataques DDoS: qué son, cómo funcionan y cómo protegerte

Imagina intentar entrar a tu cuenta bancaria o a un portal de trabajo y que la página simplemente no cargue. No es un error del navegador, ni una caída por mantenimiento: es posible que esté ocurriendo un ataque DDoS.

En 2023, se registraron más de 15 millones de ataques DDoS a nivel global, según datos de Cloudflare. Algunos duraron apenas minutos, pero otros colapsaron servicios durante horas, afectando a millones de usuarios. Uno de los casos más recordados fue el ataque DDoS a Dyn en 2016, que dejó fuera de servicio a gigantes como Twitter, Netflix y Reddit por varias horas. Más recientemente, plataformas educativas, hospitales y servicios financieros también han sido víctimas de esta táctica silenciosa pero devastadora.

Lejos de ser algo reservado para grandes empresas, los ataques de denegación de servicio distribuido se han vuelto una herramienta común para ciberdelincuentes que buscan interrumpir servicios, causar pérdidas económicas o simplemente hacer daño. Y lo preocupante es que hoy, con herramientas automatizadas y dispositivos comprometidos (botnets), lanzar un ataque masivo puede costar menos de 200 dólares.

En este artículo, te explicamos qué es un ataque DDoS, cómo funciona, los tipos más comunes, y —lo más importante— cómo protegerte si manejas servicios, servidores o incluso una flota de dispositivos conectados a internet.

¿Qué es un ataque DDoS?

Un ataque DDoS (Distributed Denial of Service, o denegación de servicio distribuida) es una estrategia utilizada por ciberdelincuentes para saturar un servidor, red o sitio web con una avalancha de tráfico malicioso, impidiendo que los usuarios legítimos puedan acceder a los servicios.

La lógica detrás del ataque es simple: colapsar la capacidad del sistema al enviar miles o millones de solicitudes al mismo tiempo, desde una red distribuida de dispositivos comprometidos —lo que se conoce como una botnet. Estos dispositivos pueden incluir desde computadoras hasta routers, cámaras IP o celulares, muchas veces sin que sus dueños lo sepan.

A diferencia de otros ciberataques que buscan robar datos o infiltrarse en sistemas, el objetivo del DDoS es más directo: hacer que todo deje de funcionar, generando caídas en páginas web, interrupciones en servicios digitales o incluso bloqueos completos de una red.

Una sola IP enviando tráfico no representa un gran peligro. Pero cuando una botnet controla miles de equipos que envían solicitudes coordinadas desde distintos puntos del mundo, la infraestructura del sistema colapsa. El resultado: servicios fuera de línea, pérdida de ingresos, daño a la reputación y una mala experiencia para los usuarios.

¿Lo más alarmante? Cualquiera puede ser un objetivo. Desde plataformas globales hasta negocios locales con servicios en la nube o apps móviles.

¿Cuál es el objetivo de un ataque DDoS?

El objetivo principal de un ataque DDoS es simple pero devastador: interrumpir el funcionamiento normal de un servicio digital al punto de hacerlo inaccesible para los usuarios legítimos. En lugar de robar datos o infiltrarse en sistemas, el atacante busca bloquear el acceso, causar caos y generar pérdidas.

Entre los propósitos más comunes de un ataque DDoS se encuentran:

  • Dejar fuera de línea un sitio web, aplicación o servidor, afectando la operación normal de la empresa.
  • Presionar o extorsionar a organizaciones, exigiendo pagos para detener el ataque (una práctica conocida como "ransom DDoS").
  • Afectar la reputación de una marca al generar desconfianza en sus usuarios o clientes.
  • Causar pérdidas económicas, especialmente en negocios que dependen de plataformas digitales para generar ingresos.
  • Distraer a los equipos de seguridad, mientras se ejecuta otro ataque más sigiloso, como el robo de datos (técnica de distracción).
  • Atacar infraestructuras críticas o servicios públicos, como hospitales, servicios financieros o educación, generando impacto social o político.

Un ataque DDoS no necesita vulnerar la seguridad del sistema para ser efectivo. Solo necesita ser lo suficientemente intenso y sostenido como para colapsar los recursos del servidor: CPU, ancho de banda o conexiones simultáneas.

Por eso, más allá del daño inmediato, uno de los mayores riesgos es la sensación de vulnerabilidad y falta de control que deja en las víctimas. Y cuanto más dependa una organización de su disponibilidad en línea, más expuesta está a este tipo de amenazas.

¿Cómo funcionan los ataques DDoS?

Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) no se basa en vulnerar la seguridad de un sistema para robar información, sino en explotar su disponibilidad. El objetivo es simple pero devastador: hacer que un servicio deje de estar accesible, saturándolo con un volumen masivo de solicitudes falsas.

Para entenderlo bien, imaginemos esto:

Tu servidor es como una puerta con un guardia. Cada vez que alguien quiere entrar (un usuario legítimo), el guardia verifica su identidad y le abre la puerta. En un ataque DDoS, miles de “visitantes falsos” llegan al mismo tiempo. El guardia colapsa. Nadie entra. El sistema se bloquea.

infografía sobre cómo funciona un ataque ddos

Paso a paso: ¿Cómo se ejecuta un ataque DDoS?

1. Creación o alquiler de una botnet

El atacante necesita poder de fuego. Para eso, crea o alquila una botnet: una red distribuida de dispositivos infectados (computadoras, routers, servidores mal configurados, incluso cámaras IP o refrigeradores inteligentes) que pueden ser controlados remotamente.

En 2023, el 41% del tráfico de bots maliciosos provino de dispositivos IoT mal protegidos (Cloudflare).

Estos dispositivos zombis están repartidos en distintas ubicaciones del mundo, lo que dificulta su bloqueo.

2. Selección del objetivo

El blanco puede ser cualquier activo digital:

  • Un sitio web corporativo
  • Un servidor de autenticación
  • Una aplicación móvil
  • Un sistema de pagos
  • Una API que conecta servicios críticos
  • Un servidor DNS o CDN

El atacante elige la víctima dependiendo del impacto que quiere generar: pérdida de ingresos, daño reputacional, extorsión, o distracción para otro ataque más grave.

3. Coordinación del ataque

Una vez definida la víctima, el atacante sincroniza la botnet para lanzar millones de solicitudes al objetivo. Estas solicitudes pueden simular:

  • Navegación web normal (HTTP GET/POST)
  • Conexiones TCP/IP incompletas (SYN flood)
  • Tráfico DNS o UDP amplificado
  • Consultas maliciosas a bases de datos
  • Interacciones con formularios o APIs

Muchas de estas solicitudes están diseñadas para parecer legítimas. Esto complica aún más la detección y la mitigación.

4. Saturación y colapso del sistema

Los servidores del objetivo no logran distinguir entre usuarios reales y falsos. Cada solicitud consume recursos del sistema:

  • CPU para procesar
  • RAM para mantener la conexión
  • Ancho de banda para responder
  • Reglas del firewall y balanceadores que se agotan

Con el tiempo, la infraestructura se ralentiza o deja de responder completamente. Las apps se caen. Los formularios fallan. Las sesiones se interrumpen.

5. Impacto directo: caída, pérdidas y reacción

Una vez que el sistema cae, los efectos varían según el tipo de servicio:

  • E-commerce: pérdida directa de ventas y confianza.
  • SaaS: interrupción de usuarios globales, quejas y cancelaciones.
  • Educación/Salud: colapso de plataformas críticas.
  • Infraestructura pública: inoperancia ante emergencias.
  • TI interna: bloqueo de correo electrónico, VPN o accesos a sistemas ERP.

Algunas organizaciones logran responder con medidas de mitigación como el rerouting de tráfico, uso de servicios CDN o firewalls especializados. Otras simplemente esperan que el ataque termine, perdiendo miles o millones por cada hora fuera de línea.

Tipos de ataques DDoS: cómo identificarlos y diferenciarlos

Los ataques DDoS no son todos iguales. Aunque el objetivo común es saturar un servicio digital hasta volverlo inaccesible, existen varios tipos de ataques, y cada uno actúa en diferentes niveles del sistema. Comprender estas categorías es clave para diseñar una estrategia de defensa efectiva.

En términos generales, los ataques DDoS se agrupan en tres categorías principales:

1. Ataques volumétricos (Volumetric Attacks)

¿Cómo funcionan?
Este tipo de ataque busca colapsar el ancho de banda del objetivo enviando enormes cantidades de tráfico falso, como si miles de usuarios accedieran al mismo tiempo.

Técnicas comunes:

  • UDP floods
  • ICMP floods (ping floods)
  • DNS amplification
  • NTP amplification

Objetivo:
Saturar completamente la red o la infraestructura para impedir cualquier tipo de acceso legítimo.

Ejemplo real:
Un ataque volumétrico puede generar más de 1 Tbps de tráfico falso, suficiente para dejar fuera de línea no solo a una empresa, sino a su proveedor de hosting completo.

2. Ataques de protocolo (Protocol Attacks)

¿Cómo funcionan?
Estos ataques explotan debilidades en los protocolos de red como TCP, UDP o ICMP. No se enfocan en el ancho de banda, sino en agotar los recursos de infraestructura necesarios para mantener conexiones abiertas.

Técnicas comunes:

  • SYN flood
  • Ping of Death
  • Smurf attack
  • Fragmented packet attack

Objetivo:
Interrumpir la capacidad de los firewalls, balanceadores de carga o servidores para gestionar conexiones.

Ejemplo:
Un SYN flood envía múltiples solicitudes de conexión TCP sin completar el “handshake”, dejando al servidor con conexiones abiertas que nunca se completan.

3. Ataques a la capa de aplicación (Application Layer Attacks)

¿Cómo funcionan?
Estos ataques simulan tráfico legítimo al nivel de la interfaz del usuario o las aplicaciones web. Son más sutiles y difíciles de detectar porque imitan acciones normales (como cargar una página o enviar formularios), pero en volúmenes excesivos.

Técnicas comunes:

  • HTTP GET/POST flood
  • Slowloris
  • Ataques a formularios o login
  • Ataques a APIs

Objetivo:
Colapsar funciones específicas como bases de datos, buscadores o sistemas de autenticación, afectando la experiencia del usuario real.

Ejemplo:
Un ataque puede apuntar a un formulario de inicio de sesión, enviando miles de intentos automáticos por minuto, lo que ralentiza o inutiliza el acceso para usuarios reales.

¿Por qué importa conocer estos tipos?

Cada tipo de ataque DDoS requiere una solución distinta.

  • Los ataques volumétricos se mitigan con CDNs, filtrado y enrutamiento inteligente.
  • Los de protocolo requieren firewalls avanzados y ajustes a nivel de red.
  • Los de capa de aplicación necesitan WAFs (firewalls para aplicaciones web) y reglas específicas.

Anticiparse a un DDoS empieza por saber cómo se ve. Y cuanto más sofisticada la amenaza, más importante será contar con monitoreo en tiempo real y respuestas automatizadas.

¿A quiénes afectan y por qué son peligrosos?

Aunque no roban datos ni acceden a sistemas como otros ciberataques, los ataques DDoS pueden ser igual o incluso más destructivos. Su poder radica en su simplicidad: basta con colapsar el acceso a un servicio para causar pérdidas económicas, caos operativo y daño reputacional.

¿Quiénes pueden ser víctimas?

Nadie está exento. Estos ataques pueden afectar a:

  • Empresas de todos los tamaños, desde startups hasta corporaciones globales.
  • Sistemas de salud, educación y gobierno, interrumpiendo servicios esenciales.
  • Proveedores de servicios en la nube, CDN y DNS.
  • E-commerce y plataformas SaaS, con pérdida directa de ingresos.
  • Medios digitales, videojuegos en línea, servicios de streaming.
  • Usuarios individuales (como distracción o prueba de fuerza).

Datos clave sobre el impacto

  • Según Atlas VPN, se producen más de 2,000 ataques DDoS cada día a nivel mundial.
  • El costo promedio por hora de inactividad para una empresa mediana puede superar los $300,000 USD.
  • Un ataque DDoS puede costar menos de $150 en el mercado negro, lo que lo convierte en una herramienta de bajo costo y alto impacto para los atacantes.

Un ejemplo recordado fue el ataque a Dyn en 2016, que dejó fuera de servicio plataformas como Twitter, Netflix y Reddit durante horas, afectando a millones de usuarios y exponiendo la fragilidad de Internet cuando sus sistemas clave se ven comprometidos.

¿Por qué son tan peligrosos?

  • Colapsan servicios sin necesidad de entrar al sistema.
  • Simulan tráfico legítimo, dificultando su detección.
  • Pueden durar desde minutos hasta días completos.
  • Afectan directamente la experiencia del usuario.
  • Pueden ser usados como chantaje o distracción para ataques mayores.

Además, al ser automatizados y ejecutados desde miles de dispositivos comprometidos (botnets), es casi imposible rastrear su origen en tiempo real o frenarlos de forma inmediata sin medidas de mitigación robustas.

Casos típicos de afectación

Tipo de empresa / sistema Riesgo principal
E-commerce Pérdida de ventas, cancelación de carritos
Plataformas SaaS Caídas de servicio, pérdida de usuarios
Hospitales o clínicas Interrupción de historiales médicos o sistemas críticos
Educación en línea Caídas en plataformas de clases o exámenes
Empresas con apps móviles Inaccesibilidad desde dispositivos
Gaming y servicios de entretenimiento Lag, caídas, usuarios frustrados

Los ataques DDoS no discriminan y su mayor peligro está en que pueden detener por completo tu operación digital en cuestión de segundos, incluso si tus sistemas están “seguros” desde el punto de vista tradicional.

La mejor defensa no es esperar a que te ataquen, sino anticiparse con monitoreo, protección en tiempo real y un plan de respuesta bien definido.

¿Cómo prevenir y mitigar un ataque DDoS?

A diferencia de otros ciberataques que se infiltran por “la puerta trasera” de un sistema, los ataques DDoS llegan por la puerta principal: el mismo canal que usan tus clientes reales. Y ahí radica el gran reto: no puedes bloquear todo el tráfico sin afectar también a los usuarios legítimos.

Por eso, la prevención y mitigación de ataques DDoS requiere una combinación de tecnología, monitoreo constante y respuesta planificada.

Estrategias clave de prevención y mitigación

1. Monitoreo de tráfico en tiempo real

Implementa herramientas de observabilidad y análisis de red que te permitan detectar patrones inusuales (como picos repentinos de solicitudes) antes de que el servicio colapse.

2. Uso de una CDN (Content Delivery Network)

Una red de distribución de contenido ayuda a dispersar el tráfico entre múltiples servidores geográficamente distribuidos, reduciendo la carga directa sobre tu infraestructura principal.

3. WAF (Web Application Firewall)

Un firewall de aplicaciones web puede filtrar solicitudes maliciosas a nivel de capa de aplicación, ideal contra ataques tipo HTTP Flood y bots simulando usuarios reales.

4. Filtrado avanzado y segmentación de tráfico

Clasifica el tráfico según origen geográfico, tipo de protocolo o frecuencia de solicitudes. Puedes limitar o bloquear temporalmente regiones sospechosas durante un ataque activo.

5. Rate limiting y verificación por comportamiento

Establece límites de solicitudes por IP o sesión. Integra captchas inteligentes, validaciones progresivas o herramientas de detección de bots para frenar tráfico automatizado sin dañar la UX.

6. Enrutamiento a agujero negro (blackhole routing)

Cuando un ataque es masivo y no controlable, se puede redirigir el tráfico hacia una ruta nula para evitar la saturación total de tu sistema principal.

7. Escalamiento automático y redundancia

Diseña tu infraestructura para poder escalar automáticamente el ancho de banda o la capacidad de cómputo bajo demanda (ideal en la nube). También considera backups y balanceadores de carga.

8. Tener un plan de respuesta ante incidentes

Lo más importante: estar preparado. Define protocolos claros, responsables internos y proveedores externos para actuar rápidamente ante un evento. Simula ataques periódicamente y ajusta tu plan.

Checklist rápida para mitigar un DDoS

  1. Supervisión constante del tráfico de red
  2. Herramientas anti-DDoS activas (WAF, CDN, firewalls)
  3. Pruebas de carga y simulacros de ataque
  4. Plan de contingencia operativo (equipo, roles, contacto con ISP)
  5. Protocolos de comunicación interna y externa
  6. Protección de cuentas de administrador y accesos críticos

¿Qué hacer si sufres un ataque DDoS?

Descubrir que tu sitio, aplicación o infraestructura ha sido víctima de un ataque DDoS puede ser abrumador, especialmente si no tienes un plan claro de acción. Los minutos cuentan. Y lo que hagas —o no hagas— en ese momento puede marcar la diferencia entre una interrupción breve o una caída total con consecuencias graves.

Aquí te compartimos los pasos clave que debes seguir ante un ataque DDoS en curso:

1. Confirma que realmente se trata de un DDoS

Antes de activar alarmas, verifica los síntomas:

  • ¿El servicio está lento o completamente caído?
  • ¿Se registran picos de tráfico anormal sin una causa legítima (como una campaña publicitaria)?
  • ¿Tu firewall o monitor detecta solicitudes repetidas desde miles de IPs?

Si el patrón muestra tráfico masivo, sostenido y sin variación lógica, probablemente estás ante un ataque DDoS.

2. Activa tu plan de respuesta ante incidentes

Si ya tienes un protocolo definido, actívalo de inmediato:

  • Notifica al equipo de TI o ciberseguridad.
  • Informa a tu proveedor de hosting o nube (muchos tienen soporte anti-DDoS).
  • Documenta lo que está ocurriendo (hora, comportamiento del tráfico, IPs relevantes).

3. Identifica el tipo de ataque

Saber qué tipo de ataque DDoS estás enfrentando es clave para elegir la estrategia de mitigación correcta. ¿Es volumétrico? ¿De protocolo? ¿De capa de aplicación?
Las herramientas de monitoreo y tu proveedor de red pueden ayudarte a clasificarlo en tiempo real.

4. Implementa acciones de mitigación inmediatas

  • Activa reglas de filtrado o bloqueo por IP, país o tipo de tráfico.
  • Habilita protección WAF o soluciones anti-bot si no están activadas.
  • Solicita a tu proveedor el uso de técnicas como “blackhole routing” o redirección a scrubbing centers.
  • Aumenta temporalmente la capacidad de tu servidor o CDN para absorber el impacto.

5. Informa a tus usuarios (transparencia = confianza)

Si tu servicio es público o crítico, informa a tus usuarios que estás sufriendo un ataque y trabajando para solucionarlo. Evitarás confusión y pérdida de confianza.

Ejemplo de mensaje:

“Estamos experimentando problemas técnicos debido a un ataque de saturación externa. Nuestro equipo está trabajando para restaurar el servicio lo antes posible.”

6. Monitorea en tiempo real y ajusta tu defensa

Los ataques DDoS pueden cambiar de forma o intensificarse con el tiempo. Es clave que el equipo de seguridad esté monitoreando cada minuto para ajustar las reglas, filtros y configuraciones según evolución.

7. Una vez superado, investiga y fortalece

Cuando el ataque termine:

  • Revisa logs, métricas e identifica puntos vulnerables.
  • Evalúa si hubo otras amenazas paralelas (muchos ataques DDoS se usan como distracción).
  • Actualiza tu plan de respuesta según lo aprendido.
  • Considera invertir en soluciones avanzadas de protección (como Prey, WAF, CDN, sistemas de detección de anomalías, etc.).

En resumen: qué hacer ante un ataque DDoS

Paso Acción clave
1. Detectar Verifica si es tráfico malicioso y anormal
2. Activar protocolo Notifica, coordina y ejecuta tu plan interno
3. Clasificar el ataque Volumétrico, de protocolo o de capa de aplicación
4. Mitigar Filtra, bloquea, redirige tráfico y amplía capacidad
5. Comunicar Informa a usuarios para reducir incertidumbre
6. Monitorear Evalúa y ajusta defensas en tiempo real
7. Aprender y mejorar Analiza, documenta y refuerza tu infraestructura

Conclusión

Los ataques DDoS representan una amenaza real y en constante evolución para empresas, organizaciones e infraestructuras digitales de todo tipo. Su capacidad para colapsar servicios sin necesidad de vulnerar sistemas los convierte en un riesgo silencioso pero poderoso, capaz de afectar tanto la reputación como la productividad y la experiencia del usuario.

Por eso, más allá de las soluciones técnicas, es clave contar con una estrategia preventiva sólida, planes de respuesta definidos y herramientas que te ayuden a monitorear y proteger tus activos digitales en tiempo real.

Comprender cómo funcionan los distintos tipos de ataques DDoS y a quiénes afectan es el primer paso para anticiparse. El siguiente es actuar con inteligencia.

En Prey trabajamos para ayudarte a mantener el control, incluso en medio del caos. Desde el monitoreo de dispositivos hasta la gestión remota, nuestras soluciones están diseñadas para reforzar la seguridad de tu infraestructura, sin complicaciones innecesarias.

Explora cómo Prey puede ayudarte a fortalecer tu defensa digital antes de que ocurra el próximo intento.

Descubre las poderosas

Funcionalidades de Prey

Protege tu flota con las completas soluciones de seguridad que ofrece Prey.